La luna y mi desvelo
La luna y mi desvelo
La luna me arropa en mis noches de vigilia, pensamientos turbulentos me arrastran, negándome el descanso. Siento que muero en el intento de hallar sentido, ¿Dónde está el Dios que prometió estar conmigo en cada paso, en cada sombra del camino?
Silencio. El eco de mi sufrimiento se plasma en las líneas de este poema, observado por un cielo que parece indiferente.
¿Dónde están los sueños que encendieron mi alma y mi corazón? La noche se torna aún más oscura sin la luna, sin ese resplandor que apacigua la tempestad de mis pensamientos. ¿Y yo? Estoy aquí, en el mismo rincón donde me dejaste esperándote.
Los días se desvanecen, las noches parecen eternas, y mis fuerzas menguan. Mis ojos, cansados, se cierran lentamente, el dolor empieza a rendirse; mi corazón, a cesar su lamento.
Luna, cúbreme, conviérteme en tu lunático, déjame vivir en el espejismo de un amor eterno, mientras el mundo que conocí se desmorona.
- Manger Sanchez