Escucha tu alma

Podría parecer difícil el camino: incierto y quizás desconocido, pero cuando reconoces que Dios va delante de ti, no importa lo que pase. Confía en que Él tiene el timón y te llevará a donde Él quiere que llegues, porque Sus planes siempre son mejores que los nuestros.

Hay algunos requerimientos, entre ellos: perdonar, amar, entregarse a la obra del Señor, cuidar las almas y vivir por Él y para Él. Esto implica estar dispuesto a morir al yo para vivir para el gran "Yo Soy", sin distinción, llevando sobre todo amor a todos.

Recuerda que este caminar no es en tus fuerzas, sino en las de Dios. Él te capacita, te fortalece y te guía. No temas ni desmayes, porque Su gracia es suficiente y Su amor es inagotable.

Tu quien escucha esta reflexión, Dios te ama, y tiene grandes cosas preparadas para ti. Confía plenamente en Su propósito y abre tu corazón a lo que Él quiere hacer en tu vida. ¡Créelo y abraza Su promesa con gozo!!

Entradas más populares de este blog

Lo que fuiste en mi vida. Un tributo a un gran hombre.

¿Quien, si no Tú

La gran fuente